Glen Edward Rogers, conocido como el “asesino Casanova” por su capacidad para seducir a mujeres antes de asesinarlas, fue ejecutado este jueves en Florida por inyección letal. Tenía 62 años y fue condenado por el asesinato de cuatro madres solteras en los años 90, en diferentes estados de EE.UU.
En sus palabras finales, Rogers sorprendió al elogiar al expresidente Donald Trump:
“Presidente Trump, siga haciendo grande a Estados Unidos. Estoy listo para irme”, dijo, antes de morir a las 6:16 p.m. en la Prisión Estatal de Florida, según medios locales.
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Rogers fue condenado por los asesinatos de Tina Marie Cribbs (Florida), Sandra Gallagher (California), Andy Lou Jiles Sutton (Luisiana) y Linda Price (Mississippi). Todas sus víctimas compartían un patrón: mujeres jóvenes, pelirrojas, madres solteras, y conocidas en bares.
Familiares de las víctimas expresaron sentimientos encontrados. Randy Roberson, hijo de una de las mujeres asesinadas, afirmó:
“Me ayuda mucho saber que ya no está aquí. Aunque fue demasiado fácil para él”, en referencia a la ejecución.
Con esta ejecución, Rogers se convirtió en el recluso número 16 ejecutado en EE.UU. en lo que va del año y el quinto en Florida.
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