China en jaque con los aranceles de Trump

  • China y los aranceles de Trump: Un desafío para la economía exportadora

El modelo económico de China, basado en la exportación, enfrentará dificultades en 2025 con los nuevos aranceles que Donald Trump planea imponer.

Dentro del país, la incertidumbre crece. La crisis inmobiliaria, latente desde hace años, ha reducido el patrimonio de muchos ciudadanos y generado inquietud. Aun así, la segunda economía mundial sigue avanzando, con el comercio exterior como motor clave.

Con su regreso a la Casa Blanca, Trump se muestra confiado, y el mundo espera con atención qué tan agresiva será su política comercial contra China. Las cifras oficiales de crecimiento económico chino en 2024, que alcanzaron el 5 % proyectado por el gobierno, podrían avivar aún más su postura.

Crecimiento económico con un impacto desigual

Volker Baur, analista de divisas en Commerzbank, observa con escepticismo estos datos. “Uno pensaría que no lograrían esa meta, pero de repente las cifras coinciden exactamente con las expectativas iniciales”, comenta.

Sin embargo, este crecimiento no se refleja en la vida cotidiana de los chinos. Según Thomas Gitzel, economista jefe de VP Bank, la crisis inmobiliaria sigue pesando en los hogares, mientras que la economía enfrenta problemas estructurales, como el exceso de producción destinada a la exportación.

Los números lo confirman: las exportaciones representaron un 1.5 % del crecimiento total, lo que significa que el consumo y la inversión interna solo avanzaron un 3.5 % en comparación con 2023. Con excepción de los años de la pandemia, esta es una de las tasas más bajas en décadas.

China, dependiente de las exportaciones

El superávit comercial chino alcanzó un récord en 2024, mientras que el consumo interno y la rentabilidad empresarial siguieron en declive. Jacob Gunter, del Mercator Institute for China Studies (MERICS), advierte que Pekín continúa priorizando la producción sobre el estímulo al consumo.

Pero este auge exportador tiene un costo. A pesar de que las exportaciones de acero crecieron un 20 % y las de automóviles un 24 %, los precios de venta han caído por segundo año consecutivo, afectando las ganancias de las empresas. Baur estima que una cuarta parte de los fabricantes de automóviles chinos opera con pérdidas.

Salarios a la baja y un mercado laboral en crisis

Otro signo de debilidad es el descenso de los salarios, incluso en sectores de alta tecnología. Según un estudio, los sueldos iniciales en industrias de innovación han caído un 8 % en el último año, reflejando una tendencia preocupante en todo el mercado laboral. Además, cada vez son más los casos de empleados que no reciben su pago a tiempo y deben recurrir a sus ahorros.

Pekín enfrenta una lista creciente de desafíos: empresas no rentables, caída salarial, desempleo y bajo consumo. En este contexto, la estrategia de “exportar para salir” de la crisis dependerá de cuánto limite Trump el comercio con China.

Las primeras sanciones arancelarias del 10 % ya están en camino, pero también se prevén restricciones contra plataformas como Temu, Shein y AliExpress. Hasta ahora, EE. UU. eximía de aranceles a importaciones menores a 800 dólares, pero si esta política cambia, el impacto en las ventas chinas podría ser significativo.

China está en una encrucijada. Con la política de Trump endureciéndose, el país deberá encontrar formas de sostener su crecimiento sin depender tanto del mercado internacional.

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