Un informe de la contraloría municipal estima que hay aproximadamente 2,000 personas con enfermedades mentales graves que están sin techo.
Nueva York- la percepción de inseguridad en el metro ha ganado protagonismo, impulsada por crímenes recientes y la presencia de personas sin hogar con enfermedades mentales graves. Según la contraloría municipal, alrededor de 2,000 personas en esta situación carecen de un techo, mientras más de 2,500 unidades de vivienda de apoyo permanecen vacías.
El alcalde actual planea invertir $650 millones para abordar este problema, incluyendo 900 camas adicionales en el programa Safe Haven, diseñado para ofrecer opciones más personalizadas. Sin embargo, el contralor municipal y aspirante a la alcaldía, Brad Lander, propone una estrategia distinta basada en el modelo “Vivienda Primero”.
El Plan “Vivienda Primero”
Lander plantea trasladar a 2,000 personas sin hogar con enfermedades mentales graves a apartamentos vacíos, sin imponer condiciones como superar adicciones o conseguir empleo previamente. Este enfoque ha funcionado en ciudades como Houston y Denver.
El plan, con un costo inicial de $100 millones y $30 millones anuales posteriormente, busca eliminar la falta de vivienda para esta población en dos años. Además, incluye la creación de una base de datos centralizada para gestionar las crisis de salud mental y mejorar la conexión entre hospitales, cárceles y viviendas de apoyo.
Retos del Sistema Actual
Una auditoría de 2023 reveló que solo 3 de 2,308 personas trasladadas tras redadas en campamentos de personas sin hogar accedieron a viviendas permanentes. Además, apenas el 25% de quienes califican para viviendas de apoyo al ser dados de alta de hospitales y cárceles logran acceder a ellas, perpetuando el ciclo de calle, metro y centros psiquiátricos.
La Urgencia de un Cambio
Lander critica el enfoque tradicional de “vivienda en último lugar”, que ha dejado a los más vulnerables atrapados en un sistema ineficiente. Su plan representa una oportunidad para transformar la respuesta de Nueva York a la crisis de salud mental y falta de vivienda, abordando las raíces del problema.
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