México refuerza su estrategia ante posibles deportaciones masivas en la frontera con EE. UU.
Ante la amenaza de deportaciones masivas de migrantes por parte de Donald Trump, México está delineando medidas clave para enfrentar una posible crisis fronteriza. Este plan incluye acciones para contener el flujo migratorio y responder a la presión de Estados Unidos sobre el tráfico de fentanilo y el comercio.
Contención y diálogo bilateral
La presidenta Claudia Sheinbaum, líder del gobierno mexicano desde octubre, ha establecido comunicación directa con el presidente electo de Estados Unidos. En conversaciones recientes, Trump reiteró su intención de imponer un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas si no se toman acciones contundentes para detener la migración ilegal.
En respuesta, Sheinbaum desmintió rumores sobre caravanas masivas de migrantes como las que se vieron en 2018. Desde noviembre, tres grupos migrantes han partido del sur de México, pero han sido dispersados tras recibir permisos de estadía temporal.
Según datos oficiales actualizados al 3 de diciembre, el gobierno de Sheinbaum ha incrementado las acciones de control migratorio, con un promedio diario de 5,400 migrantes interceptados, un aumento significativo frente a los 3,400 registrados durante el tramo final del gobierno anterior.
Retos comerciales: T-MEC y aranceles
La amenaza de aranceles sobre exportaciones mexicanas, que afectaría gravemente sectores clave del comercio en el marco del T-MEC, añade presión al gobierno mexicano. El enfoque de la administración actual busca equilibrar los intereses económicos con la gestión migratoria y el combate al tráfico de fentanilo, otro punto crítico en las demandas de EE. UU.
Contexto de incertidumbre
La estrategia de México refleja el complejo escenario político y económico actual. Con desafíos migratorios y comerciales, el país se posiciona para minimizar los impactos de una posible política restrictiva de Trump al asumir nuevamente la presidencia.
Leave a Reply