El exministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, alertó sobre la falta de estudios científicos que respalden la supuesta existencia de 100 millones de toneladas de tierras raras en República Dominicana.
Su declaración surge tras la reciente discusión del tema en la agenda pública, luego de conversaciones entre el presidente Luis Abinader y el senador estadounidense Marco Rubio.
Exploraciones preliminares sin conclusiones definitivas
Isa Conde recordó que, durante su gestión, se realizaron estudios exploratorios con el apoyo de organizaciones no gubernamentales y una universidad holandesa. Estas investigaciones detectaron indicios de tierras raras en Pedernales, pero no determinaron su viabilidad comercial ni su cantidad exacta.
Además, señaló la posibilidad de que estos minerales estuvieran siendo extraídos de manera encubierta a través de la exportación de bauxita, lo que llevó al gobierno a prohibir su explotación y exportación. Esta medida generó resistencia en algunos sectores económicos.
Protección y regulación de las tierras raras en RD
Para resguardar estos recursos, el Estado declaró la zona como Reserva Fiscal Minera mediante el decreto 430-18. Según esta normativa, cualquier explotación futura deberá realizarse a través de licitación pública internacional y con la aprobación del Congreso Nacional.
Isa Conde enfatizó que divulgar cifras sin respaldo técnico puede generar expectativas erróneas.
“Si esa cantidad fuera real, cubriría Santo Domingo con más de 60 centímetros de tierra o formaría una montaña de más de 6 kilómetros de altura en el Estadio Quisqueya, el doble del Pico Duarte”, explicó.
También comparó la supuesta cifra con las reservas de China, líder mundial en este sector, que posee aproximadamente 44 millones de toneladas métricas, lo que representa el 37 % de las reservas globales y controla el 80 % del refinamiento de estos minerales.
Opinión sobre la Empresa Minera Dominicana (EMIDOM)
En cuanto a la creación de la Empresa Minera Dominicana, S.A. (EMIDOM) mediante el decreto 453-24, Isa Conde consideró que podría ser una medida positiva, siempre que se base en estudios científicos sólidos y planificación estratégica.
“La explotación de tierras raras conlleva grandes desafíos ambientales y sociales. Cualquier proyecto debe cumplir con estrictos estándares de sostenibilidad y responsabilidad social”, concluyó.









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